Saludos a todo el mundo. Soy Esmeralda y soy boliviana. En este blog voy a contar mi vida en España, y con esto pretendo hacer pensar un poquito a los lectores. Espero que os guste.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Cuento 1: El héroe Cliff.
Aquel niño se va corriendo cuesta arriba con la mochila a la espalda se llama Cliff y llega tarde en su primer día de clase. Se ha retrasado porque ha estado quince minutos agarrado a las sábanas de su cama intentando evitar que su madre le obligase a ir al nuevo colegio. Cliff explicaba a su madre entre sollozos que no se iba a entender con sus compañeros nuevos de clase. La batalla la ganó Kate, su madre, por lo que Cliff, tres minutos más tarde, se encuentra frente a treinta y dos niños de nueve años.
Como predijo Cliff, los demás alumnos no se acostumbran a ver otro niño que no tiene el mismo color de piel, con un olor característico y que luce un pelo demasiado rizado y fosco para su gusto.
Aunque Cliff intenta integrarse, sus compañeros no se lo ponen nada fácil; le hacían ligársela al "pilla-pilla" y los niños se iban a clase y le dejaban solo en el patio buscándolos.Por lo que los recreos se los pasa leyendo solo sentado siempre en el mismo banco del patio obras de héroes que salvan vidas y son aclamados por todo el mundo. Es el sueño en el que se mete el jovencito para evadirse de la cruda.
Una mañana, otro niño de clase, Erik, se acerca al pequeño, interrumpiendo sus fantasías.
-"¿sabes cómo te llaman las niñas de clase?-le pregunta Erik.
Cliff no contesta y la observa ojos grandes
-"¡moni, de mono, dicen que tienes la misma nariz que los gorillas del zoo!"
A pequeño se le escapa una lagrima.
-"Pero no lo tengas en cuenta, las niñas son tontas,conmigo también se meten, a mi me caes bien, yo tengo un primo también negro".dice Erik.
- no se dice negro, se dice de color.Entonces, ¿somos amigos?
- ¡claro! ¿nos ponemos juntos para el baile de 'educa'?
- ¡vale!
Llegó el día del 'examen' de educación de fisica: los niños tenían que bailar una coreografía. A las niñas les hacía mucho ilusión y se pintaron los labios como adolescentes, pero los niños no sentían lo mismo. Y ésto se
notaba en los trabajos. Los de las niñas eran muy pintorescos pero los críos no bailaban, se pegaban entre ellos. Decían que era un nuevo baile que habían inventado ellos y que era el que de verdad 'molaba'.
Le tocó el turno de Erik y Cliff. Los momentos de los recreos los habían aprovechado para ensayar. Los movimientos de las manos de Erik eran muy graciosos, pero fue la forma de bailar de Cliff la que dejó con la boca abierta a toda la clase, a las niñas porque estaban ante el bailarín más divertido que habían visto y las de los niños porque a ellos no se les había ocurrido hacerlo y tampoco se veían capaces de ello.
Los aplausos de entusiasmo cerraron la clase, pero a Cliff solo le venía la cabeza la bronca que le iba a caer por parte de los chicos,pero nada más lejos de lo que pensaba; cuando llegó al vestuario se acercó el 'cabecilla'del grupo y le dijo:
- ¡joé Cliff, yo quiero ser como tú!
Sigue siendo Cliff aquel chico que corre cuesta abajo, pero esta vez no con prisas por llegar al colegio sino por las ganas de contarle a su madre que se sentía feliz.
¿la "diferencia" conlleva rareza u originalidad?
foto: decultochile.cl
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